20 enero 2011

¿Es posible dejar de fumar a fuerza de voluntad pura? ¿Existen recetas mágicas que dejan el humo fuera de nuestras vidas como un simple mal sueño?


Fuente: http://www.losandes.com.ar/notas/2011/1/20/%C2%A1este-dejo-pucho!-545867.asp

¿Es posible dejar de fumar a fuerza de voluntad pura? ¿Existen recetas mágicas que dejan el humo fuera de nuestras vidas como un simple mal sueño? Ninguna adicción considerada como tal puede funcionar de manera tan elemental.

Es más bien una unión de factores (ayuda psicológica, nutrición, centros de ayuda, ejercicio físico, terapias alternativas, etc...) lo que genera -luego de un proceso- la modificación del hábito.

En esta nota vas a encontrar una guía con información de utilidad que te ayudará a dar ese primer paso para tomar la decisión de dejar el “pucho” definitivamente. Incluso, María Eugenia Lértula, Coordinadora del programa de prevención y tratamiento de tabaquismo de la OSEP ofrece 10 claves para empezar a pensar tu vida libre de humo.

Las claves

1. Si querés dejar de fumar, lo ideal es que no inicies el proceso si justo estás atravesando una crisis personal importante (como una depresión o pérdida de empleo, por ejemplo). En ese caso, es preferible que disminuyas la cantidad de cigarrillos, y después comiences con un tratamiento serio.

2. Tenés que entender que, como se trata de una adicción, dejar de fumar es un proceso donde la recaída es una posibilidad. Por lo tanto, ¡a no bajar los brazos! Según las estadísticas, la mayoría de los ex fumadores tuvieron entre 3 y 4 intentos serios (con médico o algún tratamiento de por medio) para dejar de fumar definitivamente.

3. Declará tu hogar, tu auto y tu trabajo libre de humo. De esta manera vas a ser consciente de la cantidad de cigarrillos que fumás. De hecho, está comprobado que así se disminuyen los cigarrillos que se fuman de manera automática (de los 20 cigarrillos que consume un fumador promedio, sólo 8 son por necesidad y el resto son porque decís: “ya que estoy”).

4. A algunas personas les sirve cambiar de marca de cigarrillos para disminuir la cantidad. Ya que evitan fumar algo que no les gusta.

5. El automatismo de llevarse el cigarrillo a la boca (se calculan unas 200 veces por día o más) es recibido por el cerebro como un movimiento habitual y natural. Por eso, cuando se deja de fumar, hay que reemplazar ese movimiento teniendo algo en la boca (como los chicles por ejemplo; entre más mentolados mejor) y en la mano (una lapicera o una pelotita anti estrés).

6. Comenzá a hacer ejercicio físico o incremetalo (mínimo tres veces por semana); ya que podrás enfrentar mejor los síntomas de estrés y la ansiedad; y también esto te va a ayudar a disminuir el aumento de peso.

7. La alimentación adecuada es muy importante. Tenés que empezar a consumir mucho líquido, frutas y verduras. Como así también evitar el café y el alcohol. Como muchos (más que nada las mujeres) relacionan el cigarrillo con el tránsito lento, consumir mucha fibra evitará la constipación.

8. Generalmente el primer cigarrillo de la mañana marca la adicción física del tabaco. Mientras más temprano lo consumas, mayor es tu adicción. Entonces el ir postergando el primer cigarrillo y los otros que vienen es importante cuando querés dejar de fumar.

9. Tenés que se consciente que el tabaquismo es una enfermedad crónica y una adicción física, psicológica, conductual y social (tanto como la cocaína o el alcohol). Por lo que, al dejarlo, produce síntomas de abstinencia (ansiedad, irritabilidad, cefalea, variación en el apetito y trastornos del sueño, entre otros). Por lo tanto, iniciar un tratamiento multidisciplinario te ayudará mucho más.

10. Siempre es bueno que consultes con un especialista para que te acompañe en el proceso de abandonar el cigarrillo, y evalúe si es necesaria la medicación. ¡No tengas prejuicios! Porque tomar un remedio adecuado -y recetado- aumenta entre 4 y 20 veces las chances para dejar de fumar. Tenés que ser positivo.

Analía de la Llana y Alejandro Ortega - adelallana@losandes.com.ar

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