31 julio 2008

PREOCUPAN CONSUMO DE ALCOHOL Y TABACO


Santa Cruz lidera Provincias Fumadoras

Está dentro de las cinco con mayor consumo de cigarrillos. Esto se desprende de un trabajo realizado por el INDEC. Desde el gobierno nacional la propia presidenta Kirchner expresó la preocupación por el consumo de alcohol y tabaco en el país. Se mostró favorable a una política despenalizadora sobre tenencia de droga. Al adicto no se lo puede tratar como un criminal, aseguró.

En la Argentina es preocupante los índices de consumo de alcohol y de tabaco y el porcentaje de quienes consumieron cocaína al menos una vez en la vida se mantiene estable (2,4%) en la población de entre 16 y 65 años.
Esa proporción la había arrojado un estudio del ministerio de Salud realizado hace cuatro años. No obstante, el consumo de marihuana pasó del 7,4 por ciento al 8,1 por ciento, lo que determina que el uso de sustancias ilegales en general creció 0,9 por ciento entre 2004 y 2008. Estos resultados, de todos modos, difieren de un trabajo realizado por otra área del propio gobierno, la secretaría de Lucha Contra las Drogas y el Narcotráfico, que arroja cifras mucho más preocupantes.
La nueva encuesta fue realizada por el INDEC y el cuestionario, ideado por el Ministerio de Salud y un Comité Científico Asesor, integrado por jueces, fiscales y sociólogos.

La encuesta, realizada a 51.000 personas, fue presentada por el ministro Fernández, quien se esforzó por mostrar las cifras como evidencia de que el consumo de drogas prohibidas es una cifra escasa y acotada a cinco ciudades y no un mal generalizado, como se advierte desde otros sectores. En ese sentido, fustigó a quienes -dijo- creen que la Argentina pasó de ser un país de tránsito de las drogas a ser un país de consumo. «No es la Argentina un paraíso del consumo de drogas», afirmó.
«No hay muertes comprobadas como consecuencia de sobredosis de marihuana, cocaína o «paco»», afirmó, curiosamente, el ministro. Tuvo un apartado para el uso de «paco». Dijo que nadie duda del daño que provoca, pero que su uso es ínfimo y que nadie sabe a ciencia cierta su composición química. Por eso pidió hacer un informe que releve esos componentes en todos los secuestros de «paco» que realizaron las fuerzas de seguridad.
En cambio, ubicó el consumo de alcohol como el principal problema de los argentinos, pues 3 de cada 4 lo consumen y en forma uniforme en todo el país. De hecho, dijo el ministro que «la mayor cantidad de delitos que se produce en la Argentina, como amenazas, lesiones y accidentes, se cometen bajo los efectos del alcohol y no de drogas ilegales».

Lo mismo ocurre con el tabaco, que es utilizado por el 52,5 por ciento de la población de todo el país, de manera equivalente. Entendió el ministro que el descenso en el consumo de alcohol y de tabaco se debe a las campañas del gobierno y a las políticas para controlar a los conductores que beben y limitar los lugares permitidos para el consumo de tabaco.
Santa Cruz está entre las cinco provincias donde se fuma más y se destaca especialmente el uso del cigarrillo entre las mujeres, lo que llevó a Aníbal Fernández a decir en broma que «debe ser un error a corregir». Pero Cristina Fernández no dejó pasar esa mención y dijo que ella misma prendió su último cigarrillo hace 20 años, la noche de Año Nuevo de 1988. «Mi contribución personal es que hace 20 años dejé el cigarrillo. Es un gran cambio que ayuda a respirar mejor y a no sentir olor en la ropa.»
Otro dato que destacó el ministro como problemático en extremo es el uso de tranquilizantes, que son consumidos por el 3,7 por ciento de la población, que los adquiere sin receta o los utiliza por más tiempo de lo que el médico indicó. Al analizar la distribución geográfica del consumo, la ciudad de Buenos Aires aparece en el primer lugar, como en la mayoría de los cuadros de adicciones.
La marihuana y la cocaína también se consumen con mayor frecuencia en la Capital, seguida de Tierra del Fuego y de Neuquén.
La presidenta no ahondó en los aspectos técnicos del trabajo, aunque dio una definición que esperanzó a los miembros del comité científico asesor: «no me gusta que se considere al que tiene una adicción como si fuera un criminal que debe ser perseguido. Los que deben ser perseguidos son los que venden la droga», dijo. La frase fue recibida con un comentario feliz de uno de los especialistas: «parece que la convencimos».
La jefa de Estado, en cambio, destacó que no basta con hablar de «inclusión económica» sino que también es necesario hablar sobre «inclusión cultural, familiar y social».


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Última actualización 31/07/2008