El 31 de mayo de 2008, con motivo del día internacional Sin Tabaco, se lanzó la campaña Moreno Respira cuya primera etapa consistió en instalar la temática y promocionar la onstrucción de ambientes libres de humo en la comunidad de Moreno. Durante los meses de noviembre y diciembre, en lo que se planificó como segunda etapa de esta campaña, el equipo de Comunicación de la Coordinación de Programas de Salud de la Subsecretaría de A.P.S. de la Municipalidad de Moreno realizó una encuesta con el fin de obtener una primera aproximación acerca de la sensibilidad de los trabajadores municipales, frente el al tema del consumo de tabaco en el escenario laboral, teniendo en cuenta las diferencias entre fumadores y no fumadores, con el objeto de poder estudiar y proponer modelos adecuados para el abordaje de esta problemática.
Los resultados fueron los siguientes:
Se evaluaron 994 encuestas, en donde se indagaba, en primer lugar, cuántos fumadores existen entre los empleados municipales: el 35 % de los encuestados son fumadores.
Más del 75 %; reconoce fumar en lugares cerrados de los cuales el 14 % corresponde a quienes indican hacerlo siempre, sin restricciones y el 68 % dice esperar a alguna oportunidad para fumar.
El 40,71 % del total de fumadores reconoce desconocer restricciones normativas en el consumo de tabaco. El 51 % de los empleados de la Municipalidad de Moreno que fuma, lo hace sin reservas en su lugar de trabajo.
Entre los fumadores, está pensando en dejar de fumar en un plazo no mayor a los seis meses el 48,5 % y entre quienes evaluaron esta posibilidad, el 71 % hizo un intento de no fumar por, al menos 24 horas; al 64 % le gustaría recibir asesoramiento profesional para abandonar el hábito, mientras el 37% de los encuestados que se definieron como fumadores que participaría de un grupo para dejar de fumar.
Pero qué opinan quienes no fuman: De este subgrupo “NO fuma” Entre quienes no fuman, lo han hecho en algún momento de su vida el 36,1 %.
Tomando el total de personas que ha dejado de fumar, el 82,4 % logró superar la barrera de los seis meses.
En cuanto a como se sienten respecto del consumo de cigarrillos de otras personas, en lugares comunes, el 33,3 % señaló su desagrado y de ser posible, se retira cuando alguien enciende un cigarrillo. El 31,7 % dice pedirle a quién va a fumar, que lo haga en otro lado, el 13,9 % manifiesta que si bien le molesta, no dice nada y tolera la conducta mientras que contestó que no le molesta para nada, sólo el 13,9 %.
En cuanto a la posibilidad de establecer normas con respecto a esta conducta, el 89,4 % del total de los encuestados manifestó estar de acuerdo con que se regule el consumo de tabaco en lugares públicos desde la Municipalidad. El 5,2 % dijo que no está de acuerdo con regular esta conducta con una ordenanza, mientras que el 5,3 % no respondió esta opción.
Las conclusiones de esta encuesta ponen de manifiesto que la presencia de humo ambiental en los lugares de trabajo cerrados es, en muchas ocasiones, causa de conflicto entre aquellas personas que, voluntaria o involuntariamente, se ven expuestas al mismo. También se desprende la necesidad de muchas personas que desean abandonar el hábito, de propiciar un ámbito profesional que colabore con la decisión definitiva de dejar el cigarrillo.
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Fuente: Boletin Red Municipios Saludables.
