17 julio 2009
El Tabaco, ¿se puede dejar?
Cada año, se podrían evitar numerosas muertes si la gente prestara atención a las advertencias sobre el efecto devastador del cigarrillo.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el consumo de tabaco es el riesgo de salud humana que más se puede prevenir en los países desarrollados. A pesar de esto, la cantidad de fumadores es enorme, conociendo aun las consecuencias negativas de ese vicio.
Parte de lo que dificulta el abandono de este nocivo hábito son las propiedades adictivas del tabaco, sobre todo la presencia de la nicotina, un estimulante altamente adictivo.
Vencer esta dependencia es una lucha que la mayoría de los fumadores considera imposible. Aunque dejar de fumar no es tarea fácil, se puede lograr. Los CDC ofrecen estos consejos para abandonar un hábito que algún día podría costarle la vida.
Acabar de una vez
El consumo de pocos cigarrillos al día es más peligroso aun para su salud. La reducción de la cantidad de cigarrillos, sin abandonar el hábito puede (y en realidad así ocurrirá) equivaler a que en última instancia fumará mucho más. Muchas personas también creen que el consumo de cigarrillos con "poca nicotina" o "poca brea" es suficiente. Con frecuencia, las personas que adoptan este método terminan simplemente por desear más nicotina, y fumar más cigarrillos (de bajo octanaje) de lo que habían planificado inicialmente. Cuando se decida a dejar de fumar, tenga en cuenta que eso quiere decir olvidarse de los cigarrillos de una vez.
El compromiso
Gracias a las propiedades adictivas de la nicotina, dejar de fumar puede ser tan difícil como abandonar el consumo de alcohol o drogas sustanciales. Algunos aseguran que es más difícil aun, pues las personas que les rodean podrían fumar, o no considerar que dejar el hábito es una tarea ardua. Es preciso tener en cuenta que el deseo de fumar no se desvanecerá en un instante. La carencia de nicotina también puede afectar el estado de ánimo, y provocar las ganas de fumar. Analice con tiempo suficiente que esos aspectos negativos son parte del proceso. Sin embargo, sepa que con el tiempo, esos síntomas van desapareciendo.
No está solo
Hay muchas posibilidades de que usted conozca a alguien quien ya ha dejado de fumar. Independientemente de cuanto se fumaba, si cuatro cigarrillos o cuatro cajas al día, dejar el hábito es difícil. Pero los CDC enfatizan que la mitad de los fumadores adultos han abandonado el hábito, lo cual quiere decir que cualquier persona puede lograrlo, pues sólo se necesita motivación y esfuerzo. No dude en pedir ayuda si la necesita. Dejar de fumar, independientemente del tiempo en el que lo ha hecho o cuánto ha fumado, es una buena forma de garantizar un futuro saludable.
Para dejar de fumar, no debe vacilar en buscar ayuda, consejos y asesoría.
Fuente>: http://www.impre.com/laopinion/vida-estilo/2009/7/9/el-tabaco-se-puede-dejar-134494-2.html
El ejército de EEUU analiza prohibir el tabaco
Un soldado estadounidense se fuma un cigarrillo durante un registro en una casa de la localidad iraquí de Al Wajihiya
AFP
WASHINGTON (AFP) — La imagen del soldado estadounidense distribuyendo cigarrillos podría convertirse en parte del pasado si se confirman las intenciones del Ejército de Estados Unidos, que aspira a eliminar el uso del tabaco entre sus filas.
El Departamento de Defensa y el de ex combatientes pidieron un informe al Instituto estadounidense de medicina (IOM) que revela una imagen sombría del uso del tabaco por parte de las tropas estadounidenses. Los soldados fuman mucho más que el promedio de la población y las guerras de Irak y Afganistán relanzaron el consumo de tabaco.
En 2005, según las últimas cifras, un tercio (32%) del personal militar fumaba, contra un quinto (20%) de la población estadounidense. Los que están desplegados en el terreno tienen dos veces más probabilidades de fumar que los otros soldados.
Los soldados del cuerpo de Marines (infantería de marina) son los que fuman más (35,7%), seguidos por los soldados del Ejército (37,3%) y civiles del Departamento de Defensa (28,9%). En la Fuerza Aérea es donde se fuma menos (23,2%).
Pero prohibir el cigarrillo en el seno del Ejército no es una tarea fácil, ya que éste está asociado a la cultura militar, señala el informe. "Fumar corresponde a una imagen de un soldado sin miedo y duro", señala el documento.
El vínculo entre cigarrillo y tensión nerviosa es destacado por los soldados: el 25,4% dice que fuma "para aliviar el estrés", para "relajarse y calmarse" (26,2%) y para "matar el aburrimiento" (22,2%).
Además, "los productos del tabaco son legales, fáciles de adquirir, altamente adictivos y muy promovidos por los fabricantes", subraya el estudio. Además, en las bases militares los cartones de cigarrillos son más baratos.
El objetivo de tener un Ejército sin cigarillos no es nuevo pero su aplicación ha sido postergada, señala el informe.
En el Pentágono aseguran no estar rezagados en materia de política antitabaco.
Pero desde hace una década el consumo de cigarillos se ha recrudecido con los conflictos en Irak y Afganistán, admite el informe.
Entre las medidas posibles, el estudio plantea la necesidad de "fijar una fecha" para un Ejército sin tabaco. Asegura que hay que prohibir el cigarrillo en las instalaciones militares y los centros hospitalarios para ex combatientes, donde todavía hay salas para fumadores. Recomienda además suprimir la venta de tabaco en las bases, o que al menos sea vendido al mismo precio que a los civiles, que es mayor.
En términos de costos, el impacto del tabaco para el Ejército "es enorme", indicó el informe, que precisa que en 2006 los Servicios militares médicos (MHS) gastaron 564 millones de dólares para curar a fumadores.
Físicamente, el soldado fumador tiene un peor desempeño, asegura el estudio, que se refiere a una peor visión, sobre todo de noche, una pérdida prematura del oído y más riesgos de tener un accidente al conducir un vehículo.
AFP
Estudios confirman que las leyes antitabaco disminuyen los infartos
Investigaciones científicas desarrolladas en España, los EEUU, Italia y Escocia coinciden en que las normativas que limitan el consumo de cigarrillos en lugares públicos llevan a la caída de internaciones por problemas coronarios
Los estudios epidemiológicos realizados en varios países del mundo corroboran la teoría que llevó a los gobiernos a declarar leyes antitabaco de distinto tenor: a menor cantidad de fumadores activos y pasivos, menores ingresos de personas con infarto de miocardio a las guardias.
La investigación más reciente fue realizada por especialistas en Barcelona, España, y publicada por Revista Española de Cardiología, informó hoy el diario El País. De acuerdo a su análisis, en 2006, primer año de vigencia de la ley que prohíbe fumar en centros de trabajo y otros lugares cerrados, los infartos hospitalizados en el área metropolitana descendieron un 11% en hombres y un 9% en mujeres con respecto a 2005.
Si bien la baja de internaciones con infartos agudos de miocardio era una tendencia que se observaba desde hacía años en la región metropolitana de Barcelona, en 2006 se registró un descenso pronunciado. Los expertos no tienen otra explicación alternativa que la implantación de espacios libres de humo.
Estos resultados son similares a los de estudios realizados en Escocia, Italia y los Estados Unidos. Mientras que en Europa la caída de los infartos ronda un 10%, los norteamericanos habrían mejorado su salud en un índice mucho mayor.
Las consecuencias principales del consumo de tabaco son el cáncer y los infartos, estos últimos de incidencia mucho más inmediata. Además, el riesgo de sufrir problemas coronarios no es diferente en la persona que consume un cigarrillo que en la que fuma veinte o, en el otro extremo, que quien es fumador pasivo.
Fuente: Web infobae.com.ar
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