02 septiembre 2008

Tabaco - Mujer




II. Efectos del tabaco en la salud de las mujeres

Las mujeres sufren las mismas complicaciones del consumo de tabaco que los hombres: enfermedades cardiovasculares, cáncer y enfermedades respiratorias crónicas.

Sin embargo, algunas de estas complicaciones son más severas en las mujeres. Aparte, en las mujeres fumadoras se afecta el sistema óseo y el sistema reproductivo.

Las mujeres fumadoras de 45 -74 años tienen el doble de riesgo de muerte que las mujeres que nunca han fumado.

a. Enfermedad cardiovascular

El tabaquismo es una de las principales causas de enfermedad coronaria en las mujeres. Las mujeres que fuman tienen más riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares que los hombres. De hecho, los cigarrillos "light", bajos en nicotina y alquitrán, más populares entre las mujeres, suelen producir mayores cantidades de monóxido de carbono, un importante factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares.

Las mujeres que fuman presentan mayor riesgo de sufrir derrame cerebral sobre todo las mayores de 35 años que fuman y toman anticonceptivos orales.

b. Cáncer

Antes, el cáncer de pulmón en la mujer era rarísimo. Sin embargo, en 1987 en los Estados Unidos las muertes causadas por cáncer de pulmón superaron a las producidas por el cáncer de mama. El consumo de tabaco es el responsable del 87% de los cánceres de pulmón. El riesgo de cáncer de pulmón aumenta con la cantidad, duración e intensidad del consumo. El riesgo de muerte por cáncer de pulmón es 20 veces más frecuente entre las mujeres que fuman dos o más paquetes de cigarrillos diarios que entre las que no fuman.

El consumo de tabaco en las mujeres es una de las principales causas de cáncer de boca, faringe, vejiga, hígado, colon, cuello del útero, páncreas, laringe, esófago y riñón.

c. Enfermedad pulmonar

El tabaquismo es una de las principales causas de enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC) en las mujeres y el riesgo aumenta en función de la intensidad y duración del consumo.

d. Sistema reproductivo

La nicotina disminuye los estrógenos que son una hormona esencial para el funcionamiento de los ovarios. Esto lleva a:

Alteraciones del Ciclo Menstrual:Tensión premenstrual, menstruaciones muy dolorosas, ciclos irregulares o falta de menstruación; Alteraciones en la fecundidad: Las mujeres fumadoras suelen tener menor fertilidad y más problemas para quedar embarazadas; Alteraciones durante el embarazo: Las mujeres fumadoras tienen más abortos, partos prematuros, desprendimientos de placenta y placenta previa que las no fumadoras y Alteraciones en la Menopausia: Las mujeres fumadoras suelen tener la Menopausia 2-3 años antes que las no fumadoras.

Los resultados preliminares de un estudio que realiza el Instituto Nacional de Sanidad y de Investigación Médica de Francia (INSERM) muestran que las fumadoras tardan el doble de tiempo que las no fumadoras en quedarse embarazadas.

El proyecto piloto del trabajo siguió a un grupo de 1.200 mujeres de 18 a 44 años y a sus parejas. El 6% de las parejas estaba "buscando' un embarazo.

La conclusión: "El plazo necesario para lograr un embarazo para la mitad de las parejas es el doble entre los fumadores, respecto a las parejas en las que la mujer no fumaba durante el período de búsqueda del embarazo".

Esos efectos negativos del tabaco son reversibles en la medida en que se deja de fumar. Por esto se aconseja a las mujeres que quieren quedarse embarazadas que dejen de fumar.

e. Sistema gastrointestinal

Las mujeres fumadoras tienen más riesgo de tener ulceras y problemas de vesícula.

f. Sistema Óseo:

La disminución de estrógenos lleva a la descalcificación ósea (osteoporosis) trayendo como consecuencia fracturas de cadera más frecuentes.

g. Sobre el aspecto general:

El monóxido de carbono de los cigarrillos reemplaza al oxigeno y hace que la piel reciba menor oxigenación. Esto lleva a un envejecimiento prematuro de la piel (arrugas prematuras) y a la caída del cabello. Las mujeres fumadoras también tienen más frecuencia de cataratas.

III. Tabaco y control del peso

Estudios hechos en varios países demuestran que, una de las razones que las adolescentes mencionan para comenzar a fumar es para “no comer”, para bajar de peso o para mantenerse delgadas. Las mujeres que están preocupadas por su peso comienzan a fumar más, les cuesta más dejar de fumar y si lo hacen suelen volver a fumar al poco tiempo. El miedo a engordar es un factor importante que hace que menos mujeres que hombres traten de dejar de fumar.

Es cierto que algunas personas aumentan de peso al dejar de fumar. Hay varias razones que explican esto. La nicotina es altamente adictiva por estimular los centros cerebrales del placer. Al dejar de fumar, esa sensación de placer se transforma en ansiedad y angustia que puede traducirse en querer comer más. La nicotina por otra parte aumenta la velocidad del metabolismo, por lo tanto al dejar de fumar éste se vuelve más lento. Finalmente, al dejar de fumar, se perciben mejor los olores y los sabores por lo que dan más ganas de comer, especialmente alimentos «prohibidos» como las grasas y el azúcar.

El consumo de tabaco es la primera causa prevenible de enfermedad y muerte prematura en el mundo. De esta manera, fumar no es la mejor manera de bajar o mantener el peso.

Lo más importante para dejar de fumar y no engordar es tener una alimentación sana y equilibrada, tomar mucho líquido y aumentar la actividad física.
Fuente: informacion Programa Control de Tabaco- Ministerio de Salud de la Nacion-

Las Fumadoras pasivas tambien tienen riesgo de cancer de mama


INFORME EN EEUU MARÍA VALERIO

El humo ambiental del tabaco debería ya formar parte de la lista de sustancias contaminantes del aire, según un grupo de especialistas estadounidenses. Entre las evidencias que han empleado para llegar a esta conclusión destaca una mayor incidencia de cáncer de mama en fumadoras pasivas menores de 50 años.

El informe que acaba de hacer público la agencia californiana de Protección del Medio Ambiente (EPA) relaciona la exposición ambiental a los componentes del tabaco con una serie de patologías que van desde asma, bronquitis, neumonía, enfermedad cardiaca, hasta una mayor incidencia de tumores de mama en mujeres premenopáusicas. Pero también con más tasas de muerte súbita infantil, bajo peso al nacer o infecciones oído en el caso de los niños.

"El humo del tabaco es algo más que una molestia. La evidencia científica sigue creciendo para demostrar que los fumadores ponen en peligro a sus familiares y amigos cuando encienden un cigarrillo en su presencia", señala el doctor Joan Denton, director de la Oficina estadounidense que valora los riesgos medioambientales, la OEHHA, otra de las instituciones que ha colaborado en esta revisión.

Respecto al cáncer de mama, los autores descubrieron riesgos estadísticamente significativos en el caso de las fumadoras pasivas en siete de los 14 estudios analizados. Después de escoger los cinco mejores trabajos, los especialistas calculan que su riesgo es casi dos veces superior al de mujeres no fumadoras o que no conviven con un fumador.

La asociación, sin embargo, no se pudo confirmar al valorar a mujeres más mayores. "Al contrario de lo que apreciamos con las jóvenes", indica el documento, "no se observó una asociación concluyente respecto a las postmenopáusicas". Habrá que esperar, reconocen, nuevas investigaciones que confirmen este extremo.

Los investigadores recuerdan que a pesar de los datos disponibles en animales no había suficientes estudios que permitiesen hablar de una relación causa-efecto entre el humo ambiental y el cáncer de mama. "Puesto que no había evidencias que relacionasen el tabaquismo activo con esta enfermedad", reconocen, "aún menos se consideraba la posibilidad de que pudiese haberla con respecto al tabaquismo pasivo".

En la actualidad, y aunque sigue habiendo heterogeneidad en los resultados, la tendencia más generalizada admite el incremento del riesgo de cáncer de mama ligado al tabaco, lo que permite además abrir la puerta a los estudios sobre tabaquismo pasivo.

"Todos los trabajos epidemiológicos analizados, junto al hecho de que más de 20 componentes del humo ambiental procedente de los cigarrillos sean carcinogénicos para la glándula mamaria, aportan una evidencia suficiente sobre su influencia en ciertos tumores de mama en mujeres jóvenes", concluyen.
Fuente: Mundoes.com