13 agosto 2009

La casa quedó destruida. Un hombre se habría quedado dormido con el cigarrillo encendido.

Rio Gallegos...


Fuente: http://www.tiemposur.com.ar/nota/5417-dos-incendios-afectaron-una-vivienda-y-un-galp%C3%B3n-.html

La casa quedó destruida. Un hombre se habría quedado dormido con el cigarrillo encendido. El otro caso sucedió en horas de la tarde en el que un galpón quedó dañado.

Uno de los hechos se originó hoy minutos después de las 15:30 en Amador González al 200, entre Alvear y Maipú.
Según informaron fuentes oficiales a TiempoSur, allí se desató un incendio en un galpón.
El incendio se habría originado de forma accidental y provocó daños en el interior del galpón.
En el lugar trabajaron bomberos de la Unidad Segunda y policías de la Seccional Primera.
Según datos recabados por TiempoSur en el lugar, no hubo personas heridas.

Daños totales

Otro incendio ocurrió en la madrugada de hoy minutos antes de las 05:00 en una vivienda ubicada en Alvear al 1.200.
En el lugar del incendio existen dos casas en el mismo predio, la afectada esta ubicada en la parte trasera.
Al parecer, allí residen tres personas y una de ellas, un hombre, se quedó dormido en la cama con un cigarrillo prendido y las brasas cayeron en el colchón lo que dio inició al incendio.Según información recabada, los ocupantes se dieron cuenta rápidamente de lo sucedido y lograron salir de la casa.
Rápidamente alertaron a bomberos y policías.
Al lugar llegaron Bomberos de la Unidad Segunda, uniformados del Comando Radioeléctrico y Comisaría Seccional Primera.
El personal de bomberos habría llegado en contados minutos pero el fuego ya se había generalizado.
A pesar del rápido trabajo los daños habrían sido totales. Afortunadamente el hecho no dejó personas heridas.
Las pericias habrían confirmado que el hecho se originó por el descuido que tuvo el hombre al dormirse con el cigarrillo encendido.

Las fotografías horripilantes en los paquetes de cigarrillos reducen el consumo de tabaco


Fuente: http://www.who.int/bulletin/volumes/87/8/09-069559/es/index.html
El Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT)1 de la OMS es un tratado internacional que ha venido a revolucionar las advertencias que se imprimen en los paquetes de productos de tabaco en todo el mundo. El tratado se aprobó el 21 de mayo de 2003, entró en vigor el 27 de febrero de 2005 y hoy cuenta con 165 Partes.

El artículo 11 del CMCT dispone que las advertencias sanitarias deben ocupar el 50% o más de las superficies principales expuestas y en ningún caso menos del 30%. El empleo de imágenes es optativo. Las obligaciones que entraña el CMCT se extienden a todo tipo de productos de tabaco, tanto en cajas como en paquetes individuales, y tanto si son importados como si se fabrican internamente en cualquier estado Parte. A tenor del artículo 11, las Partes tienen tres años para cumplir con estas obligaciones.

En el año 2000, cuando empezaron las negociaciones del CMCT, solo tres países (Canadá, Polonia y Tailandia) cumplían el requisito de un mínimo de 30%, y únicamente el Canadá había implantado normas para alcanzar el 50% e incluir imágenes.

El paquete de los productos de tabaco es el medio de comunicación más rentable al alcance de los gobiernos para transmitir mensajes sanitarios. Las advertencias bien ideadas son muy eficaces.2–4 además, los mensajes son preparados por las autoridades sanitarias y costeados por las empresas tabacaleras.

Las advertencias impresas en los paquetes llegan a toda la gente, proporcionan educación pública masiva y funcionan las 24 horas del día y los 7 días de la semana. Un consumidor puede mostrar un paquete 20 veces al día; es decir, unas 7300 veces al año. Los paquetes son vistos por otras personas, como los cónyuges, los hijos, los amigos y los colegas, por lo que pueden surtir efecto tanto en los consumidores como en otras personas.

Como se reconoce en las directrices del CMCT, las advertencias sanitarias que incluyen imágenes vívidas de los efectos nocivos para la salud son mucho más eficaces que las advertencias por escrito sin ilustraciones.5 En efecto, una imagen dice más que mil palabras; por comparación con las advertencias simplemente escritas, las imágenes son más evidentes, persisten por más tiempo en la memoria y ejercen un efecto emocional mayor. Por tal motivo, la OMS eligió las advertencias mediante imágenes como tema del Día Mundial Sin Tabaco de 2009.6

Las advertencias a base de imágenes son importantes sobre todo en los países en desarrollo, donde hay tasas muy altas de analfabetismo y pocas personas saben leer y escribir. ¿Qué utilidad tiene una advertencia escrita para una persona que no sabe leer? Incluso, algunas personas no pueden leer el idioma de la mayoría, como ocurre con algunos inmigrantes, trabajadores eventuales y personas que hablan un lenguaje minoritario.

El número de países que están adoptando la inclusión de advertencias ilustradas en los paquetes de cigarrillos está aumentando rápidamente; por lo menos 28 países han ultimado los requisitos y muchos más están en vías de hacerlo. El progreso es excelente. En varios sitios web se reproducen advertencias gráficas reales.7–10

En su propaganda y en los paquetes, la industria tabacalera emplea imágenes para promover el consumo de tabaco. ¿Cómo puede, entonces, objetar que las autoridades sanitarias quieran usar imágenes para desalentar el consumo de tabaco? Pero en muchos países la industria sigue cabildeando activamente contra las advertencias gráficas de mayor tamaño. Obviamente, saben que dichas advertencias perjudicarán sus ventas; por ejemplo, en la India, los fabricantes debidi (que producen tabaco de sabores liado a mano en hojas de la planta) se han opuesto a dichas advertencias precisamente porque reducirían las ventas.

Se recomienda utilizar varias series rotatorias de advertencias que incorporen una amplia gama de mensajes porque el consumo de tabaco tiene muchos efectos sobre la salud y porque los distintos mensajes son percibidos de diferentes maneras por diferentes personas. La orientación sobre el abandono del hábito también puede ser eficaz. Cada vez es más común que un gobierno determinado solicite autorización para utilizar las imágenes de advertencia elaboradas por otros gobiernos.

Como se indica en las directrices del CMCT, la eficacia de las advertencias aumenta con el tamaño de estas. Las advertencias de mayor tamaño son más visibles, relevantes y eficaces. También permiten incluir más texto, usar un tipo de letra más grande e insertar imágenes más grandes y de mejor calidad. Cada vez son más los países que exigen advertencias que rebasen la norma del 50% recomendada por el CMCT.11,12 Las directrices del CMCT instan a las Partes a «proponerse que [las advertencias] abarquen la mayor parte posible de [las] superficies [expuestas]».5

Las advertencias deben ubicarse en las caras anterior y posterior del paquete. Si se exige que las advertencias aparezcan en una sola cara, la industria optará por ponerlas en la cara posterior. Las advertencias que ocupan una sola cara son mucho menos visibles. El consumidor puede dejar el paquete sobre la mesa de la cocina, de un restaurante o de su lugar de trabajo sin que se vea la advertencia. La experiencia internacional indica que en los escaparates de los expendios al menudeo la cara que normalmente se muestra al público es la que no lleva la advertencia. Si bien las advertencias deben ubicarse en ambas caras, la anterior es la más importante por ser la más visible. Además, para lograr la mayor visibilidad las advertencias deben ubicare en la parte superior (no la inferior) de ambas caras.

Cabe esperar que sigan surgiendo innovaciones en el ámbito internacional. Por ejemplo, las advertencias sanitarias, quizá acompañadas de un pictograma, podrían imprimirse en el propio cigarrillo y en el equipo que se usa para fumar en narguile. Una serie rotatoria de advertencias sanitarias podría incluir otro tipo de mensajes, como por ejemplo «Ahorre dinero dejando de fumar». El tamaño de la advertencia podría aumentar de 90 a 100% de las dos caras del paquete.

Se debe implantar un empaquetado sencillo y exigir que la parte de los paquetes que lleva la marca tenga el mismo color de fondo (por ej., café), prohibir logotipos u otros elementos de diseño y estipular que la marca se imprima en un tipo y tamaño de letra uniforme, siempre del mismo color y en la misma ubicación, y estandarizar el formato del empaquetado. Un empaquetado sencillo haría más visibles las advertencias sanitarias, acabaría con el uso de los paquetes para fines promocionales y pondría freno a las técnicas engañosas de empaquetado a las que recurre la industria.

Las advertencias en los paquetes son una medida fundamental de control del tabaco; mediante la imposición de advertencias eficaces, los gobiernos pueden prevenir la adicción, disminuir la morbilidad y salvar vidas. ■