Trabajemos por ellos, nuestros niños.
Entrevista a la Dra. Mirta Mirian Castro.
Especialistas vinculados al tabaquismo defienden que es importante aclarar que la enfermedad del tabaquismo es una adicción y como tal, muchas veces se comienza como una elección influenciada por una etapa de la juventud en donde se cree que para ser socialmente más aceptado por nuestros pares y por curiosidad, una persona comienza a fumar. Asimismo, aclaran que la mayoría no conoce en qué mundo se está metiendo, producto de la desinformación y parte por los mismos formadores o profesionales que tienen que hacer prevención de este flagelo que es el tabaquismo.
Una de las especialistas en el tema y referente del Comité Antitabaco, la Doctora Mirta Castro, señaló que “la reflexión fundamental es que a la adicción hay que tomarla como una enfermedad. Muchas veces se habla de la potencia de la adicción al tabaquismo y se compara con el alcoholismo, cocaína o la heroína; la adicción tan potente de la nicotina, que es la sustancia que produce la adicción en el tabaquismo, es muy y alta y en un momento hay que hacer un click en su vida, un punto de quiebre”.
En tanto, la Doctora Castro, ejemplificó estos casos con los de dos artistas de nuestro país en la actualidad. Uno de ellos es Sandro y el otro es Cacho Castaña quien todavía no dejó de fumar y a pesar de sentirse mal, tiene su adicción y quizá todavía no decidió el tratamiento adecuado y la forma de ser tratado para dejar de fumar.
“Todo fumador en determinado momento de su vida, quiere dejar de fumar. En la mayoría de las encuestas dice que el 70 % de los fumadores, en algún momento de su vida quieren dejar de hacerlo. Lamentablemente cuando más años pasen las personas fumando, serán menos reversibles las secuelas”.
LAS PROHIBICIONES Y LOS RESULTADOS
Según la Doctora Castro, se vio que “las prohibiciones no llevan a que haya cambios de conductas”. “Creo que la educación es el pilar fundamental para cambiar, aunque se prohíba siempre habrá algún extra, contrabando o cosas clandestinas para que el consumo siga. Yo creo que lo importante es la educación y concientizar a la gente que conozca los efectos malos del fumar y que podamos hacer los espacios libre de humo de tabaco a través de una ley que ya está en la provincia, que está aprobada y que falta la reglamentación. Esperemos que se de y que se respeten los lugares en donde no se puede fumar”.
El gran desafío de toda la comunidad es saber que hay un 40 % de toda la sociedad que fuma y de esos resultados, realizar cambios significativos en pos de la salud.
LA DIFUSIÓN
Los casos de chicos que fuman en esta época en edad muy temprana, hace difícil buscar a nivel mundial la realización de campañas de prevención mucho más fuertes. Invertir en prevención es el desafío y sobre todo es lo que dará el rédito dentro de 10 ó 20 años para que los jóvenes del futuro vean en esos años los resultados. Verán la disminución en el consumo del tabaco, ya que la etapa actual busca apuntar a la instrucción, sin poder aún bajar el consumo de tabaco.
“Lamentablemente estamos en una etapa de comienzo. El tema del fumar hace 30 ó 40 años no se tocaba y nadie decía lo malo que era fumar habano o pipa. Se decía que era menos malo que el cigarrillo. El cáncer de lengua lo tenía el que fumaba habano o pipa, por lo que no se debe olvidar ni minimizar ese tipo desconocimientos que había en esa época. Ahora hay mucha más información”, expresó Castro.
En el 2005 se lanzó el Programa Nacional del Control de Tabaco en donde se empezó con la ley antitabaco en la que Argentina firmó el convenio marco pero aún no salió la ley. La paradoja de esta ley es que algunos de los que votan en esa ley son los dueños de las tabacaleras o de los que siembran el tabaco.
En tanto, la Doctora agregó: “la idea es que en los programas radiales y televisivos que traten estos temas, apunten en darles mensajes a los chicos, que hagan deportes, se dediquen al canto o la cultura general y todo esto llenará espacios que muchas veces ellos piensan que a través de droga o tabaco o alcohol se llenan. Decirles que el camino es muy duro, que acarrea muchos problemas y el mensaje para los jóvenes es decirles que hay formas de estar bien y que muchas veces que vean a sus padres fumar traten de concientizarlos en hacer otras cosas: estudiar, música, reunión con los amigos, actividad física y que no necesitan fumar, tomar o consumir algún tipo de droga. Cuando los inviten a probar que aprendan a decir que no y que aprendan hacerse respetar de tener su propia personalidad”.
Fuente: http://www.elperiodicoaustral.com/index.php?option=com_content&task=view&id=12732&Itemid=80
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