29 septiembre 2009
Libres de humo
En la provincia de Buenos Aires comenzó a regir la Ley Antitabaco y se desató la polémica.
En Buenos Aires comenzó a regir la ley que prohíbe fumar en ámbitos estatales y en lugares cerrados de acceso público y privado. Varios comerciantes manifestaron su descontento ya que aseguran que “perjudica el negocio y atenta contra el empleo”.
La ley 13.894 que prohíbe el consumo de tabaco en todos los ámbitos estatales, lugares de trabajo, transportes públicos y espacios cerrados de acceso público del ámbito privado, entró en vigencia el 16 de septiembre en la Provincia de Buenos Aires, a partir de la publicación en el Boletín Oficial del decreto reglamentario. Sin embargo, se admite, a modo de excepción, la habilitación de zonas específicas para fumar en aquellos espacios cerrados del ámbito privado como bares y restaurantes, que tengan un espacio destinado al público igual o superior a los 100 metros cuadrados. No obstante, el sector fumador no podrá ser superior al 30 por ciento del total del local en cuestión.
Inmediatamente después de que entrara en vigencia esta nueva reglamentación la polémica tomó estado público ya que muchos comerciantes se manifestaron en contra de esta medida que -aseguran- generará pérdidas en sus negocios e, incluso, provocará que algunos establecimientos deban cerrar sus puertas.
El lado comercial
El presidente de la Asociación Hotelera Gastronómica de la Ciudad de La Plata y zona de Influencia, Mario Aguilar, considera que la disposición “avanza sobre los derechos individuales del fumador y perjudica seriamente a la actividad, ya que muchos establecimientos no cuentan con el espacio necesario para hacer divisiones entre fumadores y no fumadores y otros no disponen de medios como para hacer la fuerte inversión que representa adecuar espacios especiales para quienes fuman”. Aguilar cree que a partir de la nueva situación muchos establecimientos gastronómicos verán caer sus ventas y hasta se verán obligados a cerrar.
En diálogo con Mensajero, Aguilar afirmó: “Prohibirle fumar a un comensal de un restaurante o una confitería, que va a disfrutar de su tiempo libre no me parece correcto. La nueva reglamentación va a generar que muchos negocios deban cerrar y se quede gente sin trabajo. Creo que el Gobierno no se da cuenta de lo que está pasando y siguen implementando leyes y situaciones en las cuales el sector privado es el más perjudicado”.
En cuanto a las medidas a adoptar afirmó: “Desde la Asociación estamos trabajando y le hemos enviado una nota al Gobernador Daniel Scioli, y al secretario de Turismo de la Provincia de Buenos Aires, Ignacio Crotto; pero todavía no hemos recibido respuestas.
Creo que el Estado no es quien para prohibirle la libertad de acción a cada ser humano”.
“En un negocio muy conocido de La Plata se había prohibido fumar. Resultado: perdieron muchos clientes y tuvieron que volver a implementar un sector para fumadores y para no fumadores”, afirmó.
Tendencia mundial
En diálogo con Mensajero, el vicepresidente de la AEHG La Plata, Vicente Morgillo, expresó: “Tengo varios salones así que en mi caso no tendría inconvenientes para cumplir esta nueva normativa. Sí me afectaría mucho si sacaran directamente el sector que está destinado para fumadores”.
Daniel Suffredini, presidente de la AEHG de Mar del Plata, comentó a este medio que “por ahora la Asociación no ha tomado una postura al respecto” ya que están abocados a resolver otro de los “grandes problemas” que se les genera con el proyecto de cambiar el huso horario” (ver pág. 4).
Por su parte, el presidente de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA), Oscar Ghezzi, sostuvo ante la consulta de Mensajero: “Creo que hay cosas que marcan la realidad, más allá de que puedan afectar una actividad. La tendencia en el mundo va hacia los espacios libres de humo. Esta es una reglamentación que se va a tener que cumplir. Si uno centra su posición en lo netamente comercial, puede ver esta medida como un atentado a sus utilidades pero entra en pugna con el derecho a la salud”. “La gente se adaptó a no fumar en lugares cerrados. Esto es una realidad que pasa en el mundo. En Estados Unidos a nadie se le ocurre preguntar, directamente sabés que no podés fumar. En Europa también se está avanzando en este sentido. Creo que es una corriente hacia la cual vamos y no tiene retorno”, afirmó Ghezzi
La otra cara
Sin embargo, la ley finalmente aprobada resultó más laxa que la propuesta original, que proponía espacios totalmente libres de humo. Los críticos más severos de la nueva norma afirman que, “sólo son eficaces las leyes que establecen la prohibición total del cigarrillo en ambientes cerrados”. Las que habilitan la separación entre fumadores y no fumadores “no se cumplen, porque está probado que, aunque se trate de espacios cerrados, el aire termina mezclándose”, sostienen desde la Alianza Argentina Libre de Humo de Tabaco (ALIAR).
Juan de Jesús, subsecretario de Asuntos Municipales de la Provincia destacó que “las estadísticas han demostrado que la actividad comercial tuvo un aumento del 30 por ciento en sitios con leyes de restricción total, lo que demuestra que mucha gente no salía a causa del humo del cigarrillo de otros”.
El trasfondo de la ley debe analizarse desde el punto de vista de la salud y la polémica debería instalarse ante un dato alarmante: los números oficiales indican que el 42 por ciento de los bonaerenses se enferman o mueren por causas relacionadas con hábitos de vida, entre ellos, el de fumar. En el país, en tanto, mueren 46 millones de personas por año como consecuencia del cigarrillo. Más de 12.000 de ellas nunca fumaron.
Las multas
En cuanto a las multas previstas en la norma, se establece que los responsables de aquellos lugares que infrinjan la ley serán sancionados con un equivalente al valor de entre 250 y mil paquetes de cigarrillos de 20 unidades de la marca nacional más cara que se comercialice en el país y, en caso de reincidencia, deberán pagar el equivalente de hasta 2.500 paquetes. Además, en caso de que un lugar sea multado tres veces o más en el término de un año, se prevén clausuras de entre 5 y 30 días
En tanto, los que publiciten, auspicien o promocionen tabaco incumpliendo la prohibición prevista en la ley, deberán pagar una multa equivalente al valor de entre 2.500 y 100.000 paquetes de cigarrillos de la marca nacional más cara.
Fuente: http://www.mensajeroweb.com.ar/index.php?x=nota/34649/1/libres-de-humo
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