10 agosto 2009
Tabaco: ¿prohibir o limitar?
Prohibir-limitar no es malo. Los abogados estudian durante cinco años la carrera de Derecho, más su pasantía correspondiente, para defender lo que está prohibido, o mejor dicho, limitado por la legislación. Muchísimas leyes están basadas en prohibiciones. Se prohíbe matar, violar, incendiar los bosques, estafar, maltratar, tirar basura en medio de la calle…
Vivimos en una época en que la palabra tolerancia inunda todos los rincones del comportamiento social; la asignatura de Educación para la Ciudadanía es un claro ejemplo de esta afirmación. Hay que ser tolerante, pero ¿hasta dónde? Ser tolerante no está reñido con ser justo, ni comprensible, ni respetuoso, y estas palabras tienen límites imprecisos. Se redactan leyes con el fin de que se lleven a cabo medidas que hagan la convivencia mas lógica y beneficiosa para todos; aun así, la interpretación de las normas y su aplicación es tema de pleitos, juicios y recursos.
Durante la Segunda República, España fue el primer país de Europa en prohibir el consumo de tabaco en cines y teatros
Hoy por hoy, la palabra prohibir suena mal, a ‘carca’, talibán, retrogrado, inquisidor… Y aún suena peor si va unida a la palabra tabaco; entonces saltan chispas porque unos piensan que les puede restar clientela para su negocio (bares, restaurantes o tabacaleras); otros porque se limita su libertad, y el sector sanitario por entender los grandes beneficios que supone la medida no sólo para los fumadores pasivos, sino sobre todo para los activos, y así las cosas. Cada uno arrima el ascua a su sardina y todos, en cierta medida, tienen su razón. Las leyes buscan el bien individual, pero sobretodo el bien común, y por eso en este tema hay que tener altura de miras.
España, durante la Segunda República, fue el primer país de Europa en prohibir el consumo de tabaco en cines y teatros. En el resto de los países se fumaba en estos recintos sin el menor problema. A pesar de la prohibición, en España nadie dejó de ir al cine o al teatro. En la actualidad, ¿alguien se queja de que no se pueda fumar en los cines o teatros? ¿Hay alguien que no tenga asumido que en los cines o teatros no se fuma? ¿No fumar en los teatros es un factor de peso para ir o no a un espectáculo? Claro que no. Lo tenemos asumido, es consustancial a nuestro estilo de vida y entendimiento, hemos nacido con esta norma y tenemos integrado que es así, lo aceptamos y punto.
En general, las sociedades son reticentes a las normas prohibicionistas; pero si éstas son saludables, aquéllas se acostumbran en breve, y esto determina que les dejemos a futuras generaciones un buen legado de larga vida saludable, felicidad y educación sanitaria.
A lo mejor limitar suena mejor y es casi lo mismo.
Fuente: http://www.elconfidencial.com/tribuna/tabaco-ley-prohibir-20090810.html
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