30 junio 2009

Avances y retrocesos


En la Argentina se seguirá sin saber qué hay en cada cigarrillo, ya que “todos los proyectos de ley nacional de control de tabaco perdieron estado parlamentario a causa del lobby de las empresas”, señaló una activista. En cambio, destacó un representante de la Unión Antitabáquica, la conciencia social se expresa en que “varias provincias y ciudades tienen leyes de espacios compartidos ciento por ciento libres de humo que protegen a 15 millones de argentinos”, aunque “las leyes de la Ciudad Autónoma y la provincia de Buenos Aires desconocen las directivas de la OMS”.

“No existe ningún estudio toxicológico en la Argentina sobre los derivados del tabaco –señaló Raúl Pitarque, vicepresidente de la Unión Antitabáquica Argentina (UATA)–. En la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA hubo un intento, que no prosperó, de comprar e instalar los aparatos para hacerlo. No sabemos cuánta nicotina tienen los cigarrillos y, sobre todo, no sabemos qué componentes tóxicos y adictivos incluyen.”

Pitarque destacó “el hecho de que seis provincias y 17 ciudades sancionaron leyes que siguen los criterios de la OMS para controlar el humo de tabaco en espacios compartidos: más de 15 millones de argentinos están protegidos contra el humo de tabaco ajeno. Lamentablemente también hay leyes, como las de la provincia de Buenos Aires y de la Ciudad Autónoma, que desconocen las directivas de la OMS y permiten espacios compartidos. Y, claro, seguimos reclamando una ley nacional de acuerdo con las indicaciones de la OMS, y la firma del Convenio Marco sobre Control de Tabaco”.

Verónica Schoj –titular de la Alianza Libre de Humo Argentina (Aliar)–- destacó que “en los últimos 30 años, todos los proyectos de ley nacional sobre control del tabaco perdieron estado parlamentario, no llegaron a tratarse: la causa fue el lobby tan intenso de la industria tabacalera, en forma directa o a través de los cultivadores, que operan mediante los legisladores de sus provincias, y también a través de los empresarios gastronómicos, que actúan como fachada de la industria en cuanto a las legislaciones sobre espacios libres de humo. La única normativa nacional en vigencia, desde hace unos 20 años, es la que dispone el texto de advertencia en los paquetes de cigarrillos y prohíbe la publicidad, sólo en radio y TV y sólo en el horario de protección al menor. Pero esa prohibición parcial de publicidad es inútil (ver aparte), y las advertencias en los paquetes deben ocupar las caras principales del envase e incluir imágenes: así se hace ya en 20 países, incluido Brasil, y se empezará a hacer en Estados Unidos

Fuente:Pagina12

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